EL BANCAL DE LA ENTRADA A CASA

El bancal de la entrada a casa está completamente orientado al sur y recibe viento asiduamente. Es un bancal con poca profundidad ya que es un tejado de una bajera que tenemos bajo el jardín. Nuestra casa está a contramonte por lo que las bajeras están de acceso directo desde la calle, y a jardín y casa se accede a través de unas escaleras, por lo que están en un primer piso.

LA ACEDERA MIENTRAS ESTABA CONTENTA A LADO DE LA PRÍMULA .

Es una tierra que pese a que estos años he tratado de mejorarla, se seca fácilmente y compacta ante la exposición del sol. El año pasado no realicé absolutamente ningún trabajo sobre este jardín, por lo que estaba completamente salvaje y lleno de juguetitos de mis hijos, que les encanta excavar y realizar carreteras y puentes elevadizos para sus coches.

LOS DIMINUTOS TULIPANES DETRÁS Y LA ARMERIA MARITIMA

Como tiene desnivel he cogido unas piedras típicas de la zona, que son rojas y he realizado dos terrazas con la intención de que retengan la tierrra y el agua más fácilmente para las plantas, y controle la expansi´n de algunas de ellas.

En este bancal tengo prímula autóctona, que está encantada. Tengo varias variedades de geranium, el sanguineum en morado y el blanco que huele a limón. También salen anthirrinum de diversos colores, unos pequeños tulipanes traidos de Holanda por SErgio, unos iris color granate ( en cuanto florezcan os los enseñaré), matricarias que salen por todos los lados, una enorme salvia que lleva desde el inicio del bancal, un poco de orégano que espero que rebrote porque le encantaba este sitio al cobijo de la salvia, cebollinos que tienen una flor preciosa, y creo que no más. Este año he puesto una pequeña lavanda porque me encanta, atrae a un montón de insectos. Siempre está acompañada.
He comprado también un romero rastrero, armerium maritimun que

SE ME OLVIDÓ PONER QUE TAMBIÉN ESTÁN LOS NARCISOS!

 me encanta, un clavel en rosa rastrero también, y un tomillo limonero. También planté dos acederas rojas, nunca había tenido esta planta y en el cartelito de información que suelen traer para sus cuidados indicaba a pleno sol. Ante esto y ante mi ignorancia, planté las acederas en este bancal a pleno sol. Mientras no daba el sol, al amanecer estaban espléndidas y erguidas, con ganas de crecer. Pero en cuanto salía el sol, parecía que estaban llorando del sufrimiento. Se languidecen en seguida. Es por eso que despues de verlas sufriendo una semana, y aún sabiendo que el sol de estos días no es nada intenso comparado con los futuros, he decidido arriesgarme y volver a transplantarlas a un lugar cobijado bajo una torre de fresas que próximamente os enseñaré y un acebo y un gingko. Aquí se cuelan algunos rayos de sol mañaneros, pero nada más. No le llega el viento, aunque no creo que para esta planta fuese problema el viento. Ya os iré contando cómo avanzan las chicas. Eso sí! las he puesto bien cerquita la una de la otra porque leí que cada planta tiene un sexo, igual que los acebos. Así que necesitas tener los dos sexos para poder tener descendientes, jajaja! Desconozco el sexo de mis plantitas, pero la esperanza de que haya comprado chica y chico no se me quita. Además la acedera autóctona está cerca pues vivo en pleno monte.


ADAPTACIÓN DEL PERSONAL ANIMALUNO EN CASA

Ayer me dí cuenta de varias cosas, pero la que más me mosqueaba era la siguiente: Mika el pato e India están todo el día tumbados si les es posible y quieticos en una zona cobijada del jardín.

¡Son unos vagos! pensé, estos no conocen los tesoros que hay en la tierra, porque aún no les he visto picotear la tierra, ni excavar. 
En fín, tenía la impresión de que están acostumbrados a comer nada más el pienso, y esperan la comida y ya está.

LOS VAGOS DEL JARDÍN

Se lo comenté a mi amiga Juana que tiene gallinas, y  me dijo que era posible, que su consejo era que en vez de ponerles un recipiente de pienso, saldria por las mañanas cuando los suelto y les echase un poco de pienso en el suelo, así se habituarán a comer de éste.

POLLI LA HIPERACTIVA

Ayer por la tarde les eché un poco de pienso y retiré el recipiente, y han empezado a comer del suelo. Aún así, mientras mi gallina Polli, la leghorn, no para de rastrillar y comer por todo el jardín, lo justo se echa una mini siesta en una jardinera que tiene con turba y cenizas de madera para despiojarse, éstos están todo el día a la bartola. Les lanzo tenebrios disecados, lombrices que saco de la tierra, y caracoles para ver qué hacen, y los observan cómo si de un extraterrestre se tratase... yo no sé, me parece un poco raro pero bueno...